miércoles

SINFONÍA DE VERANO

Bajo tu refugio

umbroso

transita el agua mansa.

En el nítido azul del cielo

pasa la garza volando

percibiendo el rumoroso

éxodo del agua

que va saltando

de guijarro en guijarro

en el sendero que enfrenta el río.

Los sauces le besan en su camino,

acariciando su húmeda frente

con su frondosas ramas.

Las mariposas gozosas

danzan entre las brillantes gotas.

De los nenúfares,

saltan las ranas

brillando al sol del estío.

Las libélulas cabriolean

entre juncos y jaras;

la araña aguarda,

agazapada en su tela,

a la mosca distraída.

La niña,

en el muelle sentada,

balancea y salpica

el agua con sus pies.

Todo compone una

sublime sinfonía

en esta plácida tarde

de canícula y

el sol refleja

esplendentes órbitas

en el sendero perpetuo

del agua mansa,

la brisa se levanta

y algunas hojas

emprenden un efímero vuelo.

Es el verano que nos

inunda de causalidad.

 

 

 

 

jueves

ENCONTRÉ


En las playas de Barbate,

encontré tu huella

En El Palmar

un beso

En Zahara de los Atunes,

una sonrisa

En Vejar de la Frontera,

un suspiro

En Bolonia

un te quiero

En Cádiz

un verbo con acento

En los Caños de Meca

un deseo

En Medina Sidonia

un latido

En Chiclana

a Adán y la manzana.

Y en mi boca

un profundo suspiro.

viernes

MELANCOLÍA

                             Imagen: Carlos Figueroa Rojas

 Soy como ese árbol herrumbrado   

que perdió sus raíces.  

Áspera, tenaz, bronca.

¿Por qué?

Porque sufrí

el dolor del látigo

de la palabra,

del silencio,

del desprecio.

¿Con mi alma llena de

amor?

Si, amor por mí.

Echamos al vuelo

el verbo de nuestros deseos.

Como hojas secas

en el ocre otoño

piso las ausencias.

El silencio es cómo un río

fluyendo en el abismo

de esta cierta decadencia

del abandono

de tu risa y tu voz.

Qué voy a hacer con toda

esta nostalgia

que me embarga sin ti.

miércoles

DESDE LA NIEBLA




Desde la tupida capa de niebla

surge insomne y silencioso,

entre murmullos inaudibles,

deslizándose lentamente,

el gusano verde

con su gran nariz de cristal

y sus laterales bocas

que engullen insaciables

a la gente que deambula

en esta mañana

tenebrosa, cerrada y fría,

desapacible y gris

sombría y con carrasperas.

Los sonidos difusos

se desdibujan con el paisaje.

Se intuye el aroma a churros

y chocolate,

desvaído

entre vapores imprecisos

y luces nostálgicas,

amortiguadas y confusas,

de un semáforo en rojo.

 

domingo

TRASCENDER

Trascienden al mar las olas

Trasciende el beso la boca

Trasciende el amor al hombre

Trasciende la palabra al verbo

Trasciende tu recuerdo mi memoria

Y el ave trasciende al viento

Trasciende la luz al sol

Y la muerte a la vida

Y el frío al calor

Y el dolor a la alegría

Trasciende la ausencia a la ventura

Trasciende el olvido a la promesa

Trasciende mi yo al verso

Trasciende la tierra a tu presencia

Trasciende el silencio al perdón.

 





 

lunes

BUSQUEDA






 Huye por las oquedades

de mi cuarto

Se balancea en las orillas

de mis pestañas,

la persigo y no la hallo

se me resbala de entre las manos

Se cose el verbo

al fondo de la boca,

me esquiva por entre

los símbolos de un libro

y se me pierde.

El viento se para

en mis cortinas

como velaje

de barco desplegadas,

y al recogerlas,

me asemejo

a un filibustero

que plegara en puerto

su velamen.

Y la desertada

torna al cabo

y atrapo la palabra

que andaba buscando.

domingo








Algunas soledades son miserias

otras soledades son afables,

tienen luz en sus miradas

mientras que aquellas son ciegas

y sordas y audaces,

entran por los poros de la piel

y se hacen grandes,

grandes miserias que arrastramos

en nuestras descomunales mochilas.

Arrastrando cadenas

que no son nuestras,

son de ellas;

aquellas soledades

que son miserias.

Las manos vacías de pasiones

son ausencias de amanecer.

Cúpulas sangrantes de la nada,

orbes desnudos y estériles.

Miserias de hambre,

de poder y orgullo

de riquezas malversadas

en opulencias cenagosas

plagas de esputos

sangrientos de tísicas

ostentaciones.

 

 

 






 

 

 

lunes

CAMINOS


 En los puentes arcaicos

las piedras ya no cantan

su viejo cantar

al paso del río.

Las palomas de la Paz

son prostituidas

en millones de fotogramas

en aras del recreo.

La yerba de la ausencia

ha crecido hasta cubrir

mis ajadas andalias.

Y el camino sigue

imperturbable

sin preguntar acaso

si mis pies llagados

quieren seguir

esta senda oscura

o quieren arraigarse

expuestos

al sol de la primavera

que se presiente

en este viento gélido

amenazante de

aguaceros infinitos.

 

domingo

FUSILADOS POR LA SINRAZÓN


 

En la noche oscura, sin luz ni luna,

fueron llevados al paredón de muerte,

los republicanos que lucharon con coraje,

por la libertad y la igualdad en la nación.

Fusilados sin piedad,

sin juicio ni razón,

por aquellos que impusieron su tiranía,

y silenciaron la voz de la libertad,

que se alzaba en las calles con pasión.

Sus cuerpos yacen en fosas comunes,

sin nombre ni lápida que los recuerde,

solo el dolor de sus familias queda.

Pero su lucha no fue estéril,

su memoria vive en sus linajes.

Los robles de sus corazones

esparcieron semillas

de ejemplo que hasta hoy

nos guían.

Y nacieron nuevos robles

de su savia dormida

alzándose hacia el azul

celeste que nos mira.

 

martes

ARDE ASTURIAS




Arde Asturias,

arde

por los cuatro costados.

El astur dejó

de amar la tierra

y la prende

por injerencia

del capital,

marginando

la eterna comunión

de hombre y Diosa,

La madre Astur.

Entre brumas y humo

arde Asturias.

Sus bosques

vestidos de luto,

sus valles

llorando en sus ríos.

Las almas disipadas

en busca de una morada,

las crías demandando

a la madre.

Arde Asturias

y huele a muerte,

A madera quemada

la neblina del humo

impide respirar.

Arde Asturias

La ignominia del hombre

hecha devastación

y desamparo

 

 

jueves

Cuenta el soldado

 



Lo hallé con la vista perdida

sentado en un banco

a la orilla de un parque.

Entre sus piernas, el petate

en la cabeza la gorra calada

y una luz triste

en su abstracción,

la espalda encorvada

con desaliento en el alma.

Me senté a su lado

le saludé la mañana

nada me dijo,

no volvió la mirada.

Después de un momento

principió el verbo:

De mi tierra lejana,

traigo el recuerdo

en forma de aroma;

de mi madre

la ternura;

de mi padre el mensaje;

del amor de mis amores

la nostalgia

la sombra de un abrazo

y el titilar de unos besos

en los labios.

¿Qué hago en estas tierras

que no amo?

¿Qué me pueden enseñar

para trabajar el campo?

¿Cómo se puede amar

entre armas y escudos?

Si para amar ya me basta

con una piel y unos labios.

 

 

 

 


sábado

YO, QUE...

 


Maldito embustero

aquel a quien creí sincero.

Yo que parí a mis hijos

tras nueve meses

y los llevé de mi mano

desde la cuna a la madurez.                                       

Yo que desafié a cielo e infierno

por un amor de contrabando.

Yo que ame pese al dolor.                                                        

Yo que malviví

sin tus besos

por desafiar tu boca.                                  

Y me espetaste a la cara

que nada acabo de cuanto empiezo.

¿Pues no acabé acaso

con esta historia

de amor malhadada?

Un tenue velo

oscurece esos pensamientos,

ya suena la música

que me arrastra a la vigilia,

ya es hora de olvidar los recuerdos,

los gratos,

y esos otros,

que tú y yo sabemos.

Hoy eres polvo en mi historia

y el viento sopla…

 



lunes

Besos, besos, besos




Un día vano

con la conciencia

perdida en ese limbo

donde la abandonaron tus besos.

Persiguiendo la fuente aquella,

esa que fue espectadora un día

de nuestro amor,

de nuestra arrogancia,

de nuestra soledad compartida.

Por un breve instante

mientras duró

ese nemoroso bosque

en el que tu boca y mi boca

perdieron la batalla

del ahora y el ayer,

del amor y la indiferencia,

esa fuente hermosa

afligida por los muertos,

gozosa por las aves que trinan

jubilosa por sus aguas cantarinas,

triste,

mil veces triste,

por tu ausencia,

por tu mudez cobarde,

por mi existencia

afligida y silente.

 

viernes

PUDIERA SER



 

Pudiera ser,

que los arboles

se cubrieran de rubor

al vernos transitar por la fronda.

Pudiera ser,

que al verme,

con mi vestido de domingo,

con la alegría en el espíritu,

otra vez me amara el cosmos.

Pudiera ser.

Pudiera ser que existiera un mañana.

Pudiera ser que cabalgara

la esperanza

en las copas de los altos álamos,

pudiera ser.

Pudiera ser que existiera

otra casualidad,

otro hálito,

en esta cara de muchacha

ataviada con las arrugas del tiempo.

Pudiera ser.

Que mis alas rotas

alcanzaran

a elevar de nuevo el vuelo

hacia el Arco Iris.

Pudiera ser.



miércoles

martes

ejercicio 3º de @JimenaFerLibro

 


                                                    Obras completas de Pablo Neruda

Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer

Federico García Lorca, romancero gitano

Tres fueron. Tres que formaron mi manera de pensar, sentir, expresar, ese mundo que llevo dentro desde antes de saber decir “mamá”.

Esos que me permitieron descubrir que no estoy sola, que al otro lado de la oscuridad viven seres que se expresan tal y como lo concibo yo. Claro que su calidad, su excelencia, no será nunca la mía, pero en el estante de mi salón en el que conviven ellos y mi pequeño libro de color discreto e igual de importante. Conviven y se arropan los unos a los otros en igualdad y fraternidad.                                                     Allí permanecen juntos, Neruda, Lorca y Bécquer y mis “Madrugadas de ausencia” en perfecta armonía y confraternidad.                                                                                                                              Hablando la lengua común a todos, el idioma de la poesía

 

jueves

SINFONÍA DE VERANO



 





Bajo tu refugio

umbroso

transita el agua mansa.

En el nítido azul del cielo

pasa la garza volando

percibiendo el rumoroso

éxodo del agua

que va saltando

de guijarro en guijarro

en el sendero que enfrenta el río.

Los sauces le besan en su camino,

acariciando su húmeda frente

con su frondosas ramas.

Las mariposas gozosas

danzan entre las brillantes gotas.

De los nenúfares, saltan las ranas

brillando al sol del estío.

Las libélulas cabriolean

entre juncos y jaras;

la araña aguarda,

agazapada en su tela,

a la mosca distraída.

La niña,

en el muelle sentada,

balancea y salpica

el agua con sus pies.

Todo compone una

sublime sinfonía

en esta plácida tarde

de canícula y

el sol refleja

esplendentes órbitas

en el sendero perpetuo

del agua mansa,

la brisa se levanta

y algunas hojas

emprenden un efímero vuelo.

Es el verano que nos

inunda de causalidad.

 

 


domingo

HIJA DE LILITH

 


Mientras espero

que nazca la aurora,

mientras el frío

atenaza mi cuerpo,

veo en lo alto

del firmamento

esa luz argentina

de mi niñez,

y de mis labios

sale un susurro

¡Madre del alma!

Tu hija te implora.

Malgastada en la oscuridad

de una existencia

de destierro y aflicción

¡Mi madre Lilith!

lunes

MAÑANA AMOR


 

Mañana amor,

sin ti,

volveré a vivir.

Hoy no puedo,

con tu ausencia,

se llenó de llagas

mi cuerpo.

Me sumergiré

en el piélago del olvido

de esta memoria

y ausencia incierta,

de imprecisa existencia

y ambigua despedida.

Mañana amor,

de nuevo sin ti,

volveré a vivir.

viernes

NOSOTROS


 

Nosotros no habitamos

en las hojas

de los calendarios,

nuestra sombra

no es un susurro

ni vaga por entre las olas

las tardes de verano.

En la fuente umbría

flotaba el fulgor

alígero

de los altos pinos.

Y la estela efímera

de la luna

peinaba en mi pelo

el paso inexorable

de los inviernos.

No, nosotros

no habitamos

en las hojas

de los candelarios.